miércoles, 3 de octubre de 2007


A un año de la desaparición de Julio López

Cárcel a Von Wernich
Va llegando a su fin el juicio al cura genocida Christian Federico Von Wernich, ex-capellán de la policía bonaerense, integrante del denominado “Circuito Camps” (que incluía varios Centros Clandestinos de Detención). Juicio en el que se lo acusa por su participación en 7 homicidios, 42 secuestros y 31 torturas.Ya han declarado unos dos tercios de los testigos, y si hay algo que queda claro, es que Von Wernich fue una parte del engranaje sangriento de la represión llevada adelante en nuestro país.


Desde el dolor de los sobrevivientes y los familiares llegan las pruebas que demuestran que el ex-capellán sabía de las torturas, de los secuestros, de las desapariciones y que, lejos de hacer algo contra esto, se dedicaba a sacarle datos a los detenidos y sus familias, a avalar el accionar de las fuerzas represivas, a amparar lo injustificable en una supuesta lucha contra el mal, a darle el visto bueno a la tortura, las violaciones, la muerte, el robo de niños y todo crimen perpetrado por los militares y sus cómplices encaramados al poder.Las fuerzas represivasno actuaron solasA lo largo de las audiencias y los testimonios, va quedando claro también que lo que pasó en nuestro país ni fue una guerra entre dos bandos, ni fue producto de la mente enfermiza de algún militar trasnochado, fue un plan sistemático pensado para imponer un modelo económico y darle un golpe a la clase obrera y los luchadores que se organizaban para pelear por un mundo más justo, por eso se va desnudando que las fuerzas represivas no actuaron solas, que tuvieron cómplices que las avalaron y las ayudaron, ya sea desde los grupos económicos y las grandes empresas nacionales y extranjeras, los medios de comunicación, la burocracia sindical, los partidos patronales, las cúpulas de instituciones como la iglesia o los miembros del poder judicial.Unificar las causas por Centro de DetenciónY si bien es cierto que este juicio es un paso más en la búsqueda de justicia que desde hace más de treinta años venimos persiguiendo, también es cierto que no alcanza, que es necesario dar una pelea para ir por más, para que se unifiquen las causas por Centro Clandestino de Detención y que se juzgue a todos los genocidas y por todos los casos, no por dos o tres casos aislados. Esto es vital no sólo por el hecho de conseguir justicia, sino también para evitar que los testigos pasen una y otra vez por la misma dolorosa experiencia de estar sentados frente a sus verdugos explicando lo que ya han explicado cientos de veces, poniéndolos además en una posición de vulnerabilidad, como nos demuestran los doce meses que han pasado desde la desaparición de Julio López.

Esto y el desmantelamiento del aparato represivo es lo que hay que conseguir para terminar con la impunidad. Y es algo que conseguiremos con la lucha, ya que ni siquiera los gobiernos que se dicen progresistas como el de Kirchner (que se llena la boca hablando de Derechos Humanos) van a avanzar en esto. La prueba está en que es el mismo Presidente el que dijo que las fuerzas represivas siguen integradas por gente que revistó en la dictadura, tiene las listas, los nombres y todo lo necesario para removerlos y ponerlos a disposición de la Justicia pero no lo hace. Y después ofrecen un millón de pesos para el que encuentre a López! E implementan planes de protección a testigos que no pueden llevar adelante porque no tienen presupuesto, ni una fuerza de seguridad que no esté llena de represores y mafiosos. Es que muchos derechos humanos no podemos esperar de quien militariza su provincia por los conflictos gremiales, o reprime a los trabajadores que piden aumento salarial, o se rodea de personajes como Varizat, que no tienen problema en atropellar una manifestación para llegar a tiempo a un acto de Cristina...

Desde el Centro de Abogados por los Derechos Humanos (CADHU), junto a los compañeros del MST integramos Justicia Ya!, una de las partes querellantes contra el genocida Von Wernich, pero estamos convencidos de que hay que seguir avanzando y eso lo conseguiremos con la movilización. En pocos días más se cumplirá un año de la desaparición de Julio López, lo invitamos a acompañarnos para exigir justicia y basta de impunidad.

Juan Bonatto Seoane

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